Me pongo muy nerviosa, y para no pasarme de nerviosismo mi cuerpo usa el único método tranquilizante que conoce: la risa. Para ello solo he de pulsar el botón de la imaginación. Lo que vais a leer a continuación es lo que imaginé. No es que sea la cosa más graciosa del mundo, pero ¿Qué más se le pueden pedir a mis neuronas tras una larga espera en ayunas?
Por cierto, para pillar esta tira hay que tener un mínimo de infancia, o hijos/sobrinos/primos pequeños.
Para quien no haya tenido ese mínimo de infancia, pongo un vídeo de nuestro invitado de honor.
Está en inglés, pero no hace falta ser Shakespeare para entenderlo :P
1 comentario:
Menos mal que no te da por desmayarte...
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