domingo, 30 de agosto de 2009

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Llega Septiembre y se termina lo bueno, es decir, las vacaciones. Pero tal y como están las cosas con el trabajo la verdad es que poco síndrome vacacional tengo, más bien el síndrome del bolsillo vacío, así que uno compensa el otro.

1 comentario:

Kagu dijo...

Sospecho que un pulso de miradas contra el pollopato es una acción inútil... Probablemente siempre gane el pollopato.