A veces el pensamiento es tangible: en nuestra cara. Por lo general no puedo evitar que mi cabeza vaya a mil por hora, en una especie de apuesta consigo misma para ver a cuánta velocidad puede ir. Y hay que tener cuidado en las curvas, literalmente.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
k despiertes a korny todavia, pero al pobre pollopato.... jjajajaja
1 comentario:
k despiertes a korny todavia, pero al pobre pollopato.... jjajajaja
Tus tiras geniales como siempre ;)
Publicar un comentario