martes, 13 de octubre de 2009

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A veces el pensamiento es tangible: en nuestra cara. Por lo general no puedo evitar que mi cabeza vaya a mil por  hora, en una especie de apuesta consigo misma para ver a cuánta velocidad puede ir. Y hay que tener cuidado en las curvas, literalmente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

k despiertes a korny todavia, pero al pobre pollopato.... jjajajaja

Tus tiras geniales como siempre ;)